Casi imposible es evitar que los chicos pasen horas frente a la computadora navegando. Esto, sumado a la popularización de la red de redes hace que se enfrenten algunos peligros más allá de la aparición de un virus.
Una de las principales virtudes de Internet es su pluralidad. Es decir, que en la web todos los usuarios y todos los contenidos tienen espacio, lo que “enriquece a Internet y lo que, al mismo tiempo, la hace potencialmente peligrosa para niños y adolescentes.
Sin lugar a dudas, Internet conlleva importantes beneficios para la formación infantil y juvenil, ya que estamos hablando de la mayor recopilación del saber humano que jamás haya existido.
Por eso no parece una medida acertada restringir completamente el acceso a la red, pero sí sería conveniente una regulación de los contenidos o de los sitios a los que niños y adolescentes pueden acceder.
Es que no todos los usuarios hacen un buen uso de la red y con más frecuencia aparecen noticias acerca de pornografía infantil o de abusos sexuales a menores contactados en la web. Aquí, en la Argentina, con facilidad podría sumársele a esos problemas el de los secuestros, por ejemplo.
Asimismo, el otro conocido problema desde el nacimiento de Internet se relaciona con el contenido de las páginas, inadecuado en muchas oportunidades para la edad de los navegantes.
Es decir, la actual situación de Internet permite que un niño pueda acceder a páginas con cualquier tipo de temática, desde aquellas que indican cómo fabricar bombas caseras, hasta otras que muestran todo tipo de aberraciones sexuales.
Por todo lo mencionado, tenemos que actuar en forma inmediata para poder restringir la propagación de aquellos contenidos perjudiciales para los más chicos.